Inicialmente esta medida fue ridiculizada, pero pronto fue del gusto de otros jugadores. Durante la década de 1930, Montevideo Wanderers se consolida institucionalmente, teniendo que asimilar la partida de sus mejores jugadores tanto a Peñarol y Nacional, como a equipos del exterior tentados la más de las veces por buenas ofertas económicas. Algunos jugadores eligen deliberadamente botas ligeramente más pequeñas que las correspondiente a su talla, puesto que afirman sentir que esto aumenta su control de la pelota.